Dr. Strange - 2016, de Scott Derrickson, con Benedict Cumberbatch y Tilda Swinton.
Un eminente y repelente cirujano sufre un accidente que le impide trabajar y, buscando en el Tíbet un nuevo sentido a su vida, halla las puertas a la realidad del universo.
Nos llegaremos a cansar de tantos superhéroes, pero mientras se hagan cosas como ésta o Deadpool, seguiremos yendo en masa al cine a disfrutar como cochinillos. Para no deshacerme en elogios, paso a la parte negativa: hubo un momento en que creía estar viendo Inception con la OST de Matrix. Y las artes marciales no están a la altura. Se gastan la pasta en CGI y actores que lo peten, pero luego la cagan en lo básico. Ay. Eso sí: divertidísima.
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