Inception (Origen), de Christopher Nolan, con Leonardo DiCaprio y Ellen Page.
El mejor trabajador de una empresa de espionaje industrial, que hurga en el subconsciente de personajes prominentes para robar sus secretos, quiere realizar el trabajo de su vida antes de retirarse.
Loquísimo todo: la idea, la realización, el concepto, la trama. ¿Puede pegar semejante chaladura al espectador contra la pantalla? Lo hace. Y de qué manera. Luego vendrán los que le encontrarán los errores por todos lados (es imposible que semejante trabajo de relojería no tenga fallos). También le pasó a Matrix, lo que no impidió que los demás pudiésemos disfrutar como cochinillos. Genial.
