The Imitation Game (El Juego de la Imitación), de Morten Tyldum, con Benedict Cumberbatch y Keira Nightley.
Acusado de indecencia, un detenido explica su vida como el cerebro detrás de la victoria aliada en la II Guerra Mundial.
No podemos hablar de biopic si estamos ante una chufla llena de engaños de guión. El jefe malo-malísimo, la chica guapa e inteligente, el espía ruso... Basura todo. Por otro lado, se obvia cualquier explicación científica para que el vulgo no salga con dolor de cabeza. No se puede filmar la vida del padre de la informática a unos niveles tan bajos. Cumberbatch y el resto están estupendos y la factura es impecable, eso sí.
Metadato: En esta película Cumberbatch recrea un episodio de la Historia que se ve reflejado también en uno de los episodios de Sherlock que también protagoniza. Divertido.
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