The dying gaul (El galo moribundo), de Craig Lucas, con Peter Sarsgaard y Patricia Clarkson.
Un joven escritor vende su mejor guión a una productora y comienza a vivir una enfermiza relación con el productor y su mujer.
Tremendo puñetazo en el corazón el de este guión, que deja sin resuello por su hiriente profundidad. Las interpretaciones están a la altura (¿Por qué demonios acabaría Sarsgaard apareciendo años después en Green Lantern, con el maravilloso camino que llevaba?) y escoger a Steve Reich para la banda sonora no es moco de pavo. Nunca se había presentado tan alto y tan bajo a la vez el verdadero rostro del ser humano. Brutal.
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