The Simpsons, de David Silverman.
Los Simpson deben irse a vivir a otro sitio después de que Homer vuelva a liarla parda y toda la población se ponga en su contra. Otro episodio de los Simpson, quizá un poco más descacharrante, si cabe. No hay profundización en los personajes y no se nos desvela nada nuevo. Te recuerda por qué Homer se comió al que iba a ser, en un principio, el papel protagonista: Bart. Destacan mogollón los efectos por computadora con los que Groening dio carta de naturaleza a Futurama. Para fans, porque quien no los conozca, no va a entender nada.
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