domingo, 10 de julio de 2011

Ink


Ink, de Jamin Winans, con Chris Kelly y Quinn Hunchar.


La guerra entre los seres que nos traen los sueños y los que nos traen las pesadillas se desata cuando una niña es raptada por un extraño personaje.  Qué triste que bellezas como ésta pasen desapercibidas.  El arranque es errático porque debe sacar al espectador de su cómoda perspectiva.  Un inquietante cuento para adultos narrado con una fascinante técnica que da la sensación a la vez de cutre y de superplanificada, de barata pero cara.  Viaje psicotrópico sin necesidad de 3D.

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