Rudderless (Sin Timón), de William H. Macy, con Billy Crudup y Anton Yelchin.
Un apenado padre que ha perdido a su hijo sólo encuentra consuelo en las canciones que aquél compuso, así que un día se decide y sube a un escenario para principiantes.
Primera incursión en la dirección de WHM, un grande de la interpretación, con este interesante estudio psicológico que parece que te va a llevar por un lado y acaba llevándote por otro. Conmovedora y aterradora. Hay que estar, eso sí, por la labor de disfrutar del tipo de música que ofrece, porque va de eso.