Dark shadows

Valoración FilmAffinity: 5-Pasable.

Dark shadows (Sombras tenebrosas), de Tim Burton, con Johnny Depp y Michelle Pfeiffer.

En el siglo XVII una joven desdeñada embruja a su amante para convertirlo en vampiro y encerrarlo por toda la eternidad, aunque para su desazón, logrará escapar en los alocados años 70.

Homenaje a una vieja serie de televisión que quizá por ello adolezca de ciertos beneficios de los que disfrutan los guiones del s.XXI.  Puedes reírte una vez y sonreír varias (sobre todo con la siempre excesiva Bonham-Carter), pero la sensación es que le falta de todo y no estás viendo nada espectacular. El peligro de Depp es que como no te haga gracia (ejem) ya se ha jodido el invento.  Fluf.

Eva

Valoración FilmAffinity: 3-Floja.

Eva, de Kike Maíllo, con Daniel Bruhl y Claudia Vega.

Un brillante y joven científico renegado regresa a su alma mater para completar un proyecto robótico y recuperar su relación con su hermano, la mujer de éste y su desconocida sobrina, Eva.

Fallido proyecto que se las prometía de interesante pero que no sabe desarrollar en largo lo que a todas luces pide un cortometraje.  Habiendo visto últimamente trabajos a la altura de la mejor factura estadounidense, Eva deja frío (chiste por aquello de sus estupendos exteriores) y no alcanza a satisfacer del todo.

Chronicle

Valoración FilmAffinity: 8-Notable.

Chronicle (Crónica), de Josh Trank, con Dane DeHaan, Alex Russell y Michael B. Jordan.

Unos chavales tienen un encuentro en la tercera fase y a partir de ahí comenzarán a experimentar superpoderes.

Siguiendo la estela del "mockumentary" y el "lost footage", que está dando mucho de sí, encontramos otra pieza con garra y personajes interesantes mezclada con pasmosos efectos especiales.  La diversión y la acción están aseguradas.

Notre paradis

Valoración FilmAffinity: 6-Interesante.

Notre paradis (Nuestro paraíso), de Gaël Morel, con Stéphane Rideau y Dimitri Durdaine.

Un chapero que ha alcanzado la treintena y tiene problemas para encontrar clientes encuentra malherido en un parque a otro más joven y decide ayudarle.

La tragedia se masca desde el principio y te pasas el film esperando el momento cuando va a saltar, y entonces va y termina.  Eso no quiere decir que no haya frustraciones, miedos y situaciones dignas de introspección.  Tengo la sensación de que Morel y Rideau, que se conocen desde pequeños (aquellos juncos salvajes), han ido madurando un lenguaje propio y común, atormentado y oscuro.