miércoles, 18 de abril de 2012

Underworld: Awakening


Valoración FilmAffinity: 4-Regular.

Underworld: Awakening (Inframundo: El Despertar), de Måns Mårlind y Björn Stein, con Kate Beckinsale y Stephen Rea.

La guerrera vampiro Selene es capturada y analizada en un laboratorio genético de aviesas intenciones hasta que otro sujeto consigue que se fuguen.

Cuarta entrega de una saga por la que no hubiese apostado, la verdad.  Llena de tiros, efectos y sangre, ¿para qué preocuparse del truñaco de guión?  A disfrutar de las palomitas y de los mamporrazos y a reírse de los errores garrafales que yo creo que cometen a propósito para hacernos el film aún más apetecible.

Intouchables


Valoración FilmAffinity: 7-Buena.

Intouchables (Intocables), de Olivier Nakache y Eric Toledano, con François Cluzet y Omar Sy.

Un acaudalado y cascarrabias tetrapléjico continua haciendo pruebas a personas de confianza que le cuiden y sean capaces de soportarlo, hasta que da con la horma de su zapato al encontrar a un tipo descarado y barriobajero que le enfrenta a sus peores temores.

Me ha costado elegir la foto con la que adornar el post, dándome cuenta de la genial fotografía y asombrosa fotogenia de los protagonistas.  Su química es palpable y su interpretación un lujo.  Aunque algunos puntazos de la película están bien, en general es algo ñoña y poco recomendada para diabéticos.  Yo hubiera pasado del tema "basado en un hecho real", aunque sea así.

lunes, 2 de abril de 2012

Clash of the Titans


Valoración FilmAffinity: 2-Mala.

Clash of the Titans (Choque de Titanes), de Louis Leterrier, con Sam Worthington y Leam Neeson.

Los humanos dejan de adorar a los dioses porque están cansados de sus arbitrariedades y Zeus es convencido para que otorgue un castigo ejemplar.

Si uno ve películas para reír, llorar o cantar, también puede hacerlo para dejar el cerebro en blanco.  Dentro de esta categoría brillará con luz propia este trabajo que da risa sólo de ver a Worthington repetir como Navi en formato griego-clásico (los paralelismos son vergonzosamente visibles).